de 1936:
El viejo proyecto del Marqués de Victoria, y la idea similar que lanzara José Polo Barbero en 1919, se desempolva nuevamente para formalizar, en un serio y ambicioso proyecto de ingeniería, la posibilidad de convertir el Mar Menor en un puerto completamente industrializado. El inminente estallido de la Guerra Civil española provocará su paralización sin ir más allá de los planos.
Su puesta en marcha hubiera supuesto la desaparición completa del Mar Menor tal como se encuentra concebido en la actualidad.