de 1904:
El ingeniero del cuerpo de minas, Ricardo Guardiola, publica un artículo donde sugiere la posibilidad de ampliar las explotaciones mineras en dirección a la costa.
“Aunque la zona del Cabezo Rajado á Santi Spiritus y terrenos inmediatos, constituyen el centro eruptivo más importante de la región, no excluye esta circunstancia la existencia cercana de otros centros independientes de éste. Al hablar de centros independientes, hago referencia al grupo de minas de Cabo de Palos que tan grande interés ofrece: virgen aun, puede decirse, é inexplicablemente desdeñado por los industriales del país, hasta hace muy poco tiempo; sin que esto tenga otra razón de ser que su distancia á las explotaciones actuales… y el temor infundado de que, al tratarse de minas situadas á la orilla del mar, exijan grandes esfuerzos para luchar contra sus aguas que se supone corren libremente por las grietas del terreno.”