de 1919:
José Barbero continuaba dando argumentos iniciados el 6 de enero para “industrializar” el Mar Menor…
“Otra de las positivas ventajas que habría de reportar la realización del magno proyecto de que venimos ocupándonos, sería la de establecer en estas inhospitalarias costas, ruta obligada de todos los buques de comercio del Mediterráneo, un refugio seguro, un alto forzado en la marcha, con ocasión de tempestades y galernas.
En esta costa una playa inmensa, azotada de continuo por los vientos y corrientes de Levante y Poniente y por desgracia son frecuentes los siniestros y de relativa importancia, como se ve a diario, como se ha visto en estos días pasados.
Viéndose los buques perseguidos por los malos tiempos, obligados a doblar Cabo de Palos para poder ganar el puerto de Cartagena, primer refugio seguro yendo hacia el Sur o Alicante navegando al Norte ¡cuántos se han estrellado en la punta fatídica y en los trágicos picachos de las Hormigas!
…no sería solo el beneficio a percibir como puerto de refugio sino la importancia como base naval, el engrandecimiento y prosperidad de toda la ribera comarcana, convertida en playa de moda en el verano, en magnífica estación sanitaria en el invierno y sobre todo que sería un puerto de comercio para toda la región, para las vegas y las huertas que darían salida cómoda y segura a la gran variedad de sus productos.”