de 1906:
El Sirio, por fin, se sumergió en aguas del Mediterráneo hasta una profundidad de cuarenta metros. Mientras tanto, seguían apareciendo cadáveres hasta en la lejana Santa Pola y, a Vicente Buigues y a falta de reparación del Joven Miguel, le condecoraban con la Cruz Roja del mérito naval junto a su compañero de fatigas Agustín Antolino.
“Hundimiento del Sirio.
Según me telefonean del Cabo de Palos, á las diez y media de la mañana de hoy se partió el casco del Sirio, hundiéndose la parte de la popa en el mar, que allí tiene una profundidad de 40 metros.
La parte de proa se ha hundido más aun, acentuándose la inclinación sobre la banda de estribor.
De los tres palos que antes se veían, ya sólo se divisa uno.
Nuevos cadáveres.
Los telefonemas de Cabo de Palos, á que antes hago referencia, dicen que han aparecido en aquellas costas nuevos cadáveres, de los que se encontraban dentro del casco del Sirio.
Se han comunicado las oportunas órdenes para extraerlos y darles sepultura.
Más cadáveres
En Santa Pola han sido arrojados por el mar á la playa 24 cadáveres más del Sirio.”
de 1940:
La prensa destaca como noticia nacional la celebración del trigésimo aniversario como torrero de Antonio Gil Raja.
“Y dice que morirá en el faro.
Treinta años lleva de torrero en Cabo de Palos, Antonio Gil Raja, hijo y nieto de farista. Tiene también dos hijos con la misma profesión. Lleva treinta años en la profesión y ha pasado estos cuatro de diferencia en Cabo Creus y en Cabo Tiñoso. Cuenta setenta y tres años de edad y manifiesta que morirá en el faro, por el que siente verdadero cariño. Ha presenciado diez naufragios y en el año 31 cayó un rayo en el faro que lo hirió, aunque no de gravedad.”
El 24 de diciembre de ese año homenajean a otro farero de los Rajas: Justo…
“La Junta local de Salvamento de este puerto, tenía una deuda de gratitud con el que fue Patrón de su estación de Cabo de Palos, Justo Rajas Espinosa, fallecido en 1935, a los 80 años de edad, con una conducta intachable y después de haber prestando meritísimos servicios a la Sociedad desde el año 1885.
Justo Rajas, salvó él solo más de cien vidas, distinguiéndose en el naufragio de la polacra italiana ‘San Luís’ y en el trasatlántico ‘Sirio’ y en cuantos accidentes de mar tuvieron por escenario aquella peligrosa costa.
Por sus meritorias hazañas el Gobierno italiano le concedió sus más preciadas condecoraciones y el Gobierno español la Cruz de plata de la Orden del Mérito Naval, con distintivo rojo, que le fue impuesta por el Capitán General del Departamento, Almirante Auñón, en el salón del trono en el año 1906, con la mayor solemnidad.”