de 1984:
Al parecer por un repentino infarto se encontraron muerto en el suelo a Juan P. Timmerman, fundador de la nueva iglesia que se había inaugurado el año anterior en la entrada de La Manga.
Fue enterrado en el cementerio de San Ginés y se aprovechó para conmemorar, además, el reciente fallecimiento de José Luis Rubio uno de los grandes mecenas de la iglesia Salvador Mundi y al que también se enterró allí.
“El padre Timmerman gozaba del cariño y simpatía de los veraneantes habituales de La Manga. Su humanidad, su carácter agradable, hacían que las gentes se volcasen en sus peticiones de donativos para hacer la primera iglesia de La Manga. Precisamente, el mismo día de su fallecimiento se firmaba el contrato para iniciar las obras de una segunda iglesia… también iniciativa suya”.