de 1921:
Cabo de Palos se suma, con una mesa petitoria, a la tradicional fiesta de la bandera. Según la noticia, la comisión de la Junta de Damas propuso incluir este año mesas tanto en la playa de Los Alcázares como en la de Cabo de Palos.
“En la playa de Los Alcázares postularon ayer distinguidas y bellas señoritas que pertenecen a la Cruz Roja, recaudando 1.559,72 pesetas y en Cabo de Palos también se postuló, consiguiéndose unas 500 pesetas.
Ambas cantidades se destinan al hospital de la Cruz Roja, para heridos de la guerra.”
de 1967:
Se celebró en el hotel Las Calas una gala organizada por la Asociación de propietarios de Cabo de Palos donde salió elegida Reina de las Fiestas a la joven Mari Rondeau.
“El alcalde [pedáneo] de Cabo de Palos, señor Hernández Montoro, pronunció unas palabras de agradeciendo la asistencia del alcalde de Cartagena, señor Huertas Celdrán, y la de otras personalidades y autoridades, así como la colaboración que había encontrado en todo momento en los vecinos de Cabo de Palos para la celebración de las fiestas.
A continuación fueron llamadas para ocupar su sitio en el estrado las señoritas designadas Damas de Honor: María del Valle Martín-Prast, Dora-Mari Catarineu, Piruca Hornillos y Mariló Gómez de Salazar y seguidamente la Reina de las Fiestas señorita Mari Blanca Rondeau”.
Hernández Montoro leyó el siguiente discurso en el momento de la coronación:
“Reina de las fiestas de nuestro querido pueblo de Cabo de Palos, quisiera poder tener la facilidad de expresión de un poeta, para poder alabar justamente tu belleza, tu gracia y tu bondad, que junto con los mismos dones vivientes en tus damas de honor, forman el mejor ramo de flores que jamás se formase en esta tierra.
Es para mí el más grande y el más alto honor al colocar sobre tu linda cabeza la corona que te proporciona este reinado de amor de poesía y de ilusión, y al hacerlo quiero expresarte mi emoción y mi esperanza en que seas tú el símbolo de un pueblo que quiere abrirse canino en la gran sociedad de los pueblos y salir guiado por la luz de tu belleza al plano que le corresponde tratando de igualarte cultivando sus dones que recibidos de Dios han estado aletargados tanto y tantos años.
Sobre ti descansa la responsabilidad de animar el espíritu de los que levanten ante los demás el concepto que tengan de este lugar que desde hoy está a tus pies.
Pido a Dios con todo mi corazón, que jamás se apague la luz de tu belleza, la bondad de tu corazón y la alegría de tu simpatía. Que junto con tus damas publiques a los cuatro vientos que emulándoos Cabo de Palos quiere ser para todos hermoso, acogedor y mejor cada día.”