de 1978:
Con el poco comercial nombre de “tablas deslizadoras” se celebró en La Manga el I Campeonato Nacional de esta curiosa especialidad importada de Norteamérica a Europa en 1971 por el sueco Peer Ljaestad, y practicada por primera vez en España en 1973.
“Hoy en día se calcula que el número de estas ‘planchas’ a vela en el mercado internacional superan las cien mil unidades.
En la Manga del Mar Menor… ha tenido la expectación que se esperaba, no faltando a la cita los más intrépidos deportistas en su afán de sobresalir en esta primera competición.”
Dado el interés que rápidamente suscitó en toda la costa esta nueva modalidad deportiva (se tenían contabilizadas veintisiete ciudades con escuelas de tablas deslizadoras), la Federación Española de Vela la consideró especialidad federativa y decidió celebrar el I Campeonato nacional.
“…tenemos ante nosotros una nueva especialidad de la vela con un futuro muy prometedor y asiduos practicantes que cuentan con el respaldo de la Asociación Española de Propietarios de Tablas Deslizadoras a vela, cuyo organismo trabaja de firme ya, para la mayor difusión de la nueva clase.”
El actualmente llamado windsurf permitió la entrada de una nueva modalidad de deporte náutico en el Mar Menor usado como estrategia para romper con la fuerte estacionalidad de la zona.
Según la prensa de la época intervinieron ciento veinticinco “windsurfingitas” de Holanda, Alemania, Canadá, Inglaterra, Francia, Suiza, Suecia y España.
“El recorrido de cuatro millas formado por siete tramos (dos triángulos y una ceñida) solo fue descubierto por seis de las ochenta tablas que tomaron la salida. El ganador fue Peyron, de Montpelier, que hizo una brillante demostración de técnica y estilo y saco una ventaja de cinco minutos sobre su inmediato seguidor. A excepción del francés todos volcaron en algunos momentos del recorrido.”