de 1956:
Las numerosas quejas vecinales en las playas de Cabo de Palos por la continua aparición de crudo en suspensión en la orilla (llamado en aquella época “arenas negras”) provoca que la Refinería de Petróleo de Escombreras publique un artículo en defensa de su tecnología e instalaciones en los medios de comunicación nacionales.
Para la Refinería el “galipote” es cosa de los barcos y no es más que un mal menor ante el hecho de vivir en la era del petróleo…
“Pero este ensuciamiento no es de hoy. Por citar un ejemplo, debemos recordar que en las playas mediterráneas situadas por el Cabo de Palos y el Mar Menor, en 1942 –ocho años antes de que la refinería de Escombreras funcionase-, ya se encontraban llenas de esos residuos oleosos que tanto ensucian y molestan a los bañistas.
La razón esencial de estas molestias se encuentra en que el mundo vive hoy la ‘era del petróleo’. El consumo mundial supera ya los 700 millones de toneladas-año, y cada día se eleva el número de buques que lo utilizan como combustible. Y no se olvide que el Mediterráneo… …es un mar en el que la navegación es casi en su totalidad de cabotaje.”