de 1926:
“En el sitio conocido por Punta Espada de Cabo de Palos, naufragó el vaporcito de motor ‘Joven Vicente’.
La tripulación fue salvada.
Interviene el Juzgado de Marina, el cual marchó al lugar del siniestro”.
Según otro diario:
“Como el temporal que hacía era muy fuerte, el barco se perdió totalmente, salvándose la tripulación, que fue recogida en Cabo de Palos, donde les prestaron los primeros auxilios”.
Cuatro días más tarde será el vapor Santa Pola, de la compañía Iborra, la que sufra una avería a cinco millas de Cabo de Palos perdiendo la hélice. Será la misma compañía la que remolcará al vapor averiado hasta puerto.