de 1970:
Dado el tirón cinematográfico que provoca la grabación de varias películas en La Manga, se anuncia en la prensa la intención de crear una “ciudad-cine” en Mar de Cristal dirigida a largometrajes de westerns
“…aprovechando las dunas de La Manga aún no urbanizadas en su extremo norte, así como el variado paisaje de los alrededores, iluminados con la radiante luz mediterránea”.
El complejo costaría unos mil doscientos millones de pesetas donde se incluirían grandes platós para el rodaje de interiores y un complejo de bungalows destinados a servir de residencia a directores, artistas y auxiliares. De la empresa interesada sólo se sabe que tiene su sede en Munich y que lo conforma un holding hispano-alemán-iraquí.