de 1956:
El extraño caso del fallecimiento conjunto de los tres hermanos Pérez Gómez, oriundos de Madrid, causa un profundo impacto en la sociedad cabopalera al saberse que, el día anterior a sus muertes, habían estado pasando unas horas en el poblado.
Según la investigación posterior para averiguar el motivo del triple asesinato…
“…terminado el desayuno en el hotel, el camarero les preguntó si iban a almorzar al establecimiento, respondiéndole que iban a cabo de Palos y que si acaso volverían a cenar. Recibido el cambio se dirigieron a la administración de coches de líneas y sacaron billete para cabo de Palos, a donde salieron a la una y media de la tarde. Allí estuvieron toda la tarde regresando a Cartagena a las seis en un taxi.”
Al parecer, todo apuntó a un suicidio colectivo de los hermanos siendo, la estancia en Cabo de Palos, solo una visita previa para localizar una playa tranquila y poco transitada para realizar el homicidio pactado. Según la prensa, los hermanos (dos hombres y una mujer con las facultades mentales perturbadas) se decidieron al final por la playa de Nares en Mazarrón donde ejecutaron el macabro pacto.