de 1965
Una pequeña reseña en la prensa nacional notifica la existencia en Cabo de Palos del único torrero millonario que existe en el país. Sin embargo, sorprendentemente, no menciona su nombre. Según el periodista lo hace al objeto de preservar su intimidad “al haber sido beneficiado por la revalorización de sus terrenos que provocó el boom inmobiliario de La Manga”:
“…heredó de sus padres unos terrenos en las cercanías. Eran un erial; hoy se han transformado en solares valiosísimos”