de 1973:
Coincidiendo con una fuerte campaña de publicidad lanzada por Eurovosa para la captación de inversores interesados en comprar los casi cinco mil apartamentos previstos en La Manga, aparece en la prensa nacional impresionantes publirreportajes dando a conocer la situación en la que se encontraba la costa levantina en ese momento.
La confusión entre publicidad y noticia llegó a unos límites difíciles de justificar (como el titular de la noticia aparecida en La Vanguardia) donde la empresa constructora se erigía, poco menos, que en el garante de la armonía urbanística en La Manga.
Según el texto que acompaña al titular…
“La Manga del Mar Menor es la demostración palpable –frente a tantas demostraciones de lo contrario- de que es posible desarrollar una zona turística de forma lógica, racional, y, en definitiva, habitable.
Para Eurovosa no se trata solamente de hacer rentable el turismo ahora mismo. Ni de hacer negocios hasta pasado mañana. Se trata de hacer un turismo que siga siendo rentable en el año 2000. Nadie desea pasar sus vacaciones en lugares masificados y exasperantes.”