de 1974:
El curioso modelo de captación de dinero a través de la compra de inmuebles turísticos, ofreciendo una rentabilidad del doce por cien anual a sus propietarios desde el momento en que se escrituraba la compra, era algo que no soportó su segundo año.
Los máximos responsables de Eurovosa fueron incapaces de hacer frente a las enormes obligaciones contraídas con los propietarios de apartamentos, mientras que la Dirección General de Política Financiera no le autorizó a continuar con la publicidad de los servicios de inversiones del grupo por considerarla un modelo de economía piramidal sumamente peligrosa como efectivamente se demostró.
Eurovosa había instalado oficinas para la captación de inversores en Suecia, Alemania, Inglaterra, Benelux, Hong Kong, Arabia Saudí, Kuwait, Estados Unidos y Canadá.
Todavía en 1976 no se había resuelto el problema que la empresa había creado con la construcción de los apartamentos. A pesar de que algunas empresas habían mostrado interés en hacerse cargo de las urbanizaciones (una agencia de viajes y una inmobiliaria catalana) las negociaciones no llegaron a buen puerto y el deterioro de los inmuebles y pérdida del valor real empezaba a preocupar a sus propietarios.
“También se agrava la situación de los trabajadores, un centenar, afectados, al cumplir el primer año de desempleo.
Se sabe, de otra parte, que tras renunciar a la rentabilidad, algunos compradores de estos apartamentos se ha hecho cargo de su propiedad, pero tienen sus dificultades, ya que para contar con agua, electricidad y teléfono precisan abonar cantidades astronómicas de deudas.
El total de apartamentos que comprende este complejo es de 953, de los 597 completamente acabados.”
Cinco años más tarde, la Comisión de comunidades de propietarios de los Complejos Eurovosa I y II aún lanzaban impotentes diatribas contra los responsables del desastre financiero en la prensa. Los afectados continuaban recordando que ellos desembolsaron el importe de los apartamentos más los muebles sin que puedan utilizarlos ni producirles beneficios.
Además,
“…sobre los Edificios Londres y Bruselas existen unos enjambres de propietarios, que no saben en qué colmena meterse, por culpa de que Vosa vendió proindiviso los edificios y posteriormente, sin contar con sus dueños, llevó a cabo la división de la propiedad horizontal de los mismos.”
El grado de dejadez de los complejos Eurovosa llegó a tal estado de abandono que en agosto de 1980 tuvo que desalojarse el edificio Berna como consecuencia de un escape de ácido clorhídrico de una bombona destinada a la depuración de las piscinas. Según los bomberos la fuga se debió al deterioro por falta de uso.
Eurovosa no había tenido en cuenta factores exógenos como la crisis de Yom Kippur que contrajo la economía mundial a límites difícilmente soportables para empresas dependientes de un sector tan frágil como el Turismo.
La crisis frenó bruscamente la tendencia alcista de los precios inmobiliarios ligados al sector turístico colocando hasta al propio Tomás Maestre en una difícil situación económica.