de 1974:
Uno de los innumerables proyectos planificados y nunca llevados a cabo: la construcción de un gran complejo cinematográfico entre Cabo de Palos y Los Belones, en la falda de la cordillera que recorre Calblanque.
Según la información aparecida en revistas de cinéfilos se trataba de una poderosa empresa alemana que había adquirido ya terrenos por valor de doscientos millones de pesetas en la zona.
“Se habla también de la construcción en aquel lugar de una ciudad de cine, donde los cineastas no sólo cuenten con escenarios apropiados para incorporar al celuloide, sino que igualmente dispongan de alojamientos donde puedan disfrutar de descanso.
Se asegura que estas obras han de iniciarse en el mes de diciembre.”