de 1914:
El mar devuelve a la costa el maltrecho cuerpo de un hombre en avanzado estado de descomposición.
“En la Punta Norte de Cabo de Palos, el mar arrojó a la playa un cadáver en completo estado de descomposición, que al parecer es de un varón, faltándole la cabeza y las ropas. Únicamente lleva encima los calcetines y zapatos.
Personado en el mencionado lugar el Ayudante de Marina de San Pedro Pinatar, el teniente de navío don José Marín Murcia, practicó las primeras diligencias sin poder identificar el cadáver, cuyos despojos fueron enterrados.
Unos marineros suponen que se trata del cadáver del piloto de una balandra de la matrícula de Dénia que naufragó en el mes de Marzo en aquella costa, en los días del fuerte temporal.
El suceso ha impresionado hondamente al vecindario de Cabo de Palos”.
Y también el de una gran ballena a la que se ven obligados a destruirla por el insoportable hedor que despedía.
“En Cabo de Palos, giraron una visita a los restos de la ballena que desde el 10 de marzo está montada sobre unas rocas de la playa de Poniente, la Comisión Municipal de Sanidad y el inspector de higiene doctor Cándido.
Acordaron destruir aquellos restos, que son un peligro por la olor que despiden, para la salud del vecindario de Cabo de Palos y pueblos comarcanos, facultando para esta operación al alcalde de barrio señor Imbernón.”