de 1925:
Bajo el título “Una fiesta de aviación en Cabo de Palos” la prensa anuncia una espectacular fiesta del aire en la playa de Levante con aviones procedentes del aeródromo de Los Alcázares…
“Anteayer ha sido un día grato para la colonia veraniega de estas playas. Unos simpáticos aviadores del aeródromo militar de Los Alcázares han tenido la gentileza de distinguirnos con la fiesta de unas proezas aeronáuticas, tan intrépidas como interesantes, que nuestro público de esta deliciosa costa mediterránea, ha presenciado con deleite y entusiasmo.
En las primeras horas de la mañana un hidroplano de la escuela de tiro de Los Alcázares, reconcentró en la playa de levante a una gran parte de la colonia veraniega, que aplaudía con frenesí los vuelos admirables, ricos de valentía, de habilidad y de arte, que realizaban, sobre el mar dormido y claro de esta mañana, unos expertos aviadores.
Luego de transcurrir un delicioso tiempo del atrayente espectáculo, amerizaron los aviadores, siendo conducidos inmediatamente a la playa. Eran estos, los capitanes señores Malendreras y Arizón y el señor Marchenko, que fueron recibidos por una comisión de veraneantes, al frente de la cual se halla el señor gobernador civil de la provincia don Arturo Salgado Biempica.
Los intrépidos profesores del aeródromo de Los Alcázares fueron muy elogiados y felicitados por el inmenso público que llevaba la playa.
A las dos de la tarde fueron agasajados con una espléndida comida los aviadores señores Melendreras, Arizón y Marchenko. Tuvo lugar ésta en las amplias terrazas del faro, y era formada la presidencia de la misma por el gobernador don Arturo Salgado y por los señores don Arturo Gómez, don Juan Nepomuceno Domínguez, don Antonio Pérez Martínez, don Fulgencio Gómez Ros, don Manuel López Gálvez, don Francisco Ros Manzanares, don Francisco Salmerón Albaladejo y don Antonio Ros Sáez.
A la hora del champaña, ofreció el banquete don Antonio Ros, quien tuvo frases de encomio para los oficiales festejados y para nuestra primera autoridad provincial, de la cual recabó la concesión de una escuela nacional para el vecindario de Cabo de Palos.
El capitán Arizón agradeció el homenaje, en nombre propio y de sus compañeros, y, en párrafos inspiradísimos, plenos de sinceridad y delicadeza, cantó un elevado himno a la aeronáutica militar, tan interesante y tan sufrida en las campañas africanas.
Elogió la figura relevante de nuestro gobernador civil y tuvo palabras de sentida gratitud para la colonia veranista de Cabo de Palos.
En medio de una nutridísima salva de aplausos, hizo el resumen don Arturo Salgado Biempica. Expresó el cariño que le inspira la provincia murciana, de la cual se considera como nacido ya; ensalzó la labor meritísima que los aviadores militares desarrollan en el aeródromo de Los Alcázares, y terminó con frases de simpatía para los veraneantes de Cabo de Palos y para el pueblo en general, al cual prometió prestar toda su influencia para conseguir su más cuidadosa urbanización y la concesión de una escuela nacional, mejora esta última en que pensó desde el primer instante que pisara tierras de esta orilla mediterránea.
Se sentó también a la mesa, el ser servido el café, el ilustre exministro Excmo. Sr. D. José Maestre.
Ya caída la tarde, y llena de nuevo la playa de público ávido, los señores Melendreras, Arizón y Marchenko, realizaron bonitos y meritorios ejercicios de vuelos sobre Cabo de Palos, regresando después a Los Alcázares.”
A las nueve de la noche se recibía en la estación radiotelegráfica de Cabo de Palos el siguiente despacho desde Los Alcázares:
“Jefe Radio Militar a Gobernador civil.
Cabo de Palos.
Saludamos cariñosamente a buenos amigos que tan agradable nos han hecho pasar el día.- Arizón, Melendreras.-“