de 1954:
“Se reciben noticias que a unas 30 millas al SO de Cabo Palos sufrió averías en el timón el mercante español ‘Cabo Corona’, quedando dicho buque sin gobierno y demandando auxilio. Más tarde se supo que habían acudido en su socorro una corbeta inglesa y de este puerto salió el remolcador de la Marina de Guerra española ‘R-14’. El ‘Cabo Corona’ será remolcado a este puerto, donde se espera llegue de madrugada.
Ha cesado el fuerte viento y se ha iniciado una fuerte lluvia, habiéndose recogido, desde esta madrugada 50 litros de agua por metro cuadrado.”
Al día siguiente la prensa se hace eco de la tragedia…
“A su bordo [el mercante] trae cuatro heridos.
Llegó el barco escorado de estribor por habérsele corrido la carga, hierro, aceite de oliva, algodón y carga general, hacia dicha banda.
El comandante del ‘Cabo Corona’, don Juan Gazteiz, y el radiotelegrafista, don Luis Basterrechea García, manifestaron que el pasado jueves, día 25, a las cinco y media de la tarde, al noroeste del Cabo de Palos, y a diez millas, el temporal reinante les ocasionó la rotura del timón, por lo que tuvieron que recurrir al de mano de popa, que también se partió por la mitad, y que no pudieron gobernar porque se rompió del todo, pese a que cuatro tripulantes, realizando titánicos esfuerzos se asieron al mismo.
A las 6’10 de la mañana siguiente quedaron a la deriva y poco después acudía en su auxilio, a las llamadas de socorro, que lanzaron por radio, el buque inglés ‘Shiorlwind’, que lanzó varios cables e inició los trabajos de salvamento, a pesar de que los citados cables se partieron.
La tripulación tuvo que derramar, para amortiguar los golpes de mar, el aceite de oliva que había cargado en Sevilla, para Barcelona”.