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de 1916
“A bordo del vapor ‘Castilla’ marcharon á Barcelona los tripulantes del vapor italiano ‘Fedella’, torpedeado por un submarino alemán frente al cabo de Palos.
El capitán de este último buque asegura que hay tres submarinos alemanes en las proximidades de estas aguas”.
El escándalo de tanto barco hundido en aguas jurisdiccionales de un país neutral empieza a provocar ácidos comentarios en la prensa…
“No se habla de otra cosa más que de la presencia de los submarinos en nuestra costa, donde vienen realizando hazañas incalificables.
Los dos vapores torpedeados últimamente, iban en lastre, ni siquiera podrán aducir que conducían contrabando.
Por inexorables que sean las leyes de esta guerra monstruosa y cruel, no lo es menos el proceder de esos marinos que a mansalva sepultan en el fondo del mar barcos mercantes dedicados al tráfico y que al amparo de nuestras costas hospitalarias navegan.
La presencia en nuestra ciudad [Cartagena] de más de 50 náufragos italianos y noruegos, ha producido una profunda simpatía hacia las víctimas y un horror muy justificado hacia sus implacables enemigos, endiosados con el triunfo fácil de hacer hundirse a barcos inofensivos en las profundidades del Mediterráneo.
Acompañados del jefe del faro de Cabo de Palos don Antonio Mir, llegaron anoche los náufragos del vapor noruego ‘Delto’ siendo recibidos en la estación por el cónsul don José Gómez Jorquera.
Entre los náufragos vienen dos españoles José Llopis Margüenda, natural de Alicante y Jesús María Orgando, natural de la Coruña, ambos fogoneros.”
Al día siguiente vuelven a arribar más náufragos. En esta ocasión procedentes del vapor italiano Fedella:
“Hoy ha llegado á ésta la tripulación, compuesta de cuatro oficiales y veintiún marineros del vapor italiano ‘Fedella’, hundido ayer por un submarino alemán frente á las costas de Cabo Palos. Era de dos mil toneladas, perteneciente á la matrícula de Génova y se dirigía á un puerto de Inglaterra para hacer cargamento de carbón. El submarino atracó de costado, subiendo el comandante y después de reconocer los documentos, ordenó a los tripulantes que abandonasen el buque, que se hundió después de certeros disparos.”
