de 1977:
El método empleado hasta ahora para continuar con las obras en La Manga empieza a ser puesto en entredicho por la Justicia de la recién estrenada nueva Democracia. Es el caso de las tuberías instaladas sin permiso previo para abastecimiento de aguas desde el acceso norte procedente de La Pacheca y de más de cuarenta kilómetros de longitud: según la Sala Tercera del Tribunal Supremo la Compañía Urbanizadora de Nuestra Señora del Mar Menor S.A., propiedad de Tomás Maestre, incurrió en irregularidades al haber realizado las obras sin autorización previa sobre terrenos de dominio público marítimo-terrestre.