de 1979:
Un turbio asunto entre un asiduo cliente al casino y algunos croupieres provoca que el nuevo casino salte a los periódicos, incluso extranjeros, y a las nuevas revistas nacidas al amparo de la libertad de prensa.
Será el caso de una supuesta estafa de unos cinco millones de pesetas “pactada” entre Ginés Molero Román (alias ‘El Sito’), un ex presidiario afincado en La Manga que pasó seis años de su vida en la cárcel, y un pequeño grupo de crupieres filipinos encabezados por Ramón Barreto.
El caso, levantado y denunciado por la dirección del casino, se resolvió con la absolución de los trabajadores acusados por el Juzgado de Murcia donde se instruyó el caso, ante la imposibilidad de poder demostrar el amaño supuestamente pactado.