de 1971:
Gregory Peters, ofreció a Manolo Santana ser asesor de la Escuela de Tenis prevista para el complejo turístico de La Manga Club y, para convencerlo, le invitó a pasar unos días de descanso para que conociera las excelencias del lugar y los parajes que escondían los alrededores de las instalaciones.
En marzo del año siguiente Santana ya estaba presentando en el hotel Ritz de Madrid el proyecto de instalaciones del nuevo Club declarando que él se dedicará al asesoramiento técnico de las áreas específicas para el deporte del tenis.
“La zona de tenis comprenderá una pista central con graderíos permanentes para tres mil espectadores, dos pistas de hierba –las primeras que se construyen en España- para posibles entrenamientos de equipos y jugadores españoles que tengan que prepararse sobre esta superficie, cuatro pistas de tierra batida, cuatro de pavimento poroso y cuatro más de cemento, sumando en total quince pistas.”