de 1989:
Tomás Maestre sigue con sus contactos internacionales para atraer capital extranjero y logra que la empresa estatal China State Construction Engineering Corporation (CSCEC), con sede en Chipre, ofrezca doce mil millones de las antiguas pesetas para llevar a cabo un magno complejo deportivo y residencial en La Manga.
Según Maestre Aznar, se creará expresamente una sociedad de capital mixto llamado “Puerto China S.A.” para lo cual ya hay firmado un preacuerdo inicial con un desembolso de dos mil quinientos millones de pesetas.
La sociedad china depende directamente del Gobierno de Pekín y se encargaría de avalar la operación el propio Banco Nacional de China.
Sin embargo, el proyecto se encontró inmediatamente con la oposición de la Consejería de Política Territorial y Obras Públicas al plan parcial de reordenación urbana de los terrenos y de remodelación portuaria, donde se iban a materializar las inversiones.
El proyecto, conocido después como “Puerto Mayor”, continuaba así el largo litigio jurídico en el que aún se encuentra inmerso a la publicación de este estudio.
Es una época difícil donde Tomás Maestre intentaba recuperar protagonismo a través de la búsqueda de nuevo socios asiáticos.
Durante algún tiempo también reapareció en la prensa Stanley Ho, propietario del cincuenta por ciento del Casino de La Manga, pero ahora por motivos más preocupantes: la Interpol empezaba a relacionarlo “de una u otra manera” con las mafias o clanes chinos asentados en Europa.