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No diré yo que desear el bien a tus vecinos este mal, o que pensar que la política sea una vía como cualquier otra para intentarlo no sea lo adecuado. Pero algunas vivencias recientes me han hecho caer en una reflexión que me gustaría comentarles.
Siempre entendí que la labor del político es esencialmente, la de gestionar con honestidad un presupuesto, y a ser posible de forma eficiente, justa y sabia. Solo con estas premisas se puede generar un mayor bienestar para los vecinos con el mínimo coste.
Constituimos una sola comunidad de residentes con las mismas características e intereses sociales y económicos, pero separados por una linea imaginaria que esta pandemia se ha encargado de apuntalar y que solo nos perjudica. Formamos un solo pueblo pero tenemos dos maneras diferentes de enfrentar los problemas.
Convendrán conmigo en que el establecimiento de controles sanitarios en una frontera imaginaria nos separa y nos perjudica aun mas, impidiendo el desarrollo normal de la vida de este pueblo, que todos los que aquí vivimos sentimos uno, y al que nadie le busca una solución que beneficie a los vecinos y turistas, aunque por el tiempo transcurrido sin haber encontrado solución alguna, resulta evidente, que si debe satisfacer a los políticos que gestionan esta zona.
Desgraciadamente nuestros políticos están en otra cosa, sus intereses y problemas no suelen ser los nuestros, son los suyos. Desgraciadamente se han ganado a pulso ser considerados por los españoles el segundo problema que tenemos y todavía se siguen mirando los zapatos, así que conviene alegrase cuando, rara vez coinciden sus problemas y las reivindicaciones mas antiguas de este pueblo.
Con dos Ayuntamientos, difícilmente se puede realizar una gestión eficiente de los problemas. No se puede gestionar con eficacia si tenemos el colegio en uno y el centro de salud en otro o el ayuntamiento a 70 kilómetros de su casa. Esto genera desafección política y social por lo que no es bueno para nadie. Solo provoca situaciones incomodas y a veces tensas que un buen político debiera evitar.
No creo en la multiplicación de la burocracia, siempre es cara y poco efectiva, sino en el aprovechamiento de la que tenemos haciéndola mas cercana y eficaz. No todos los que vivimos en esta zona pensamos que un Ayuntamiento nuevo sería una solución aceptable, pero sí nos toca a todos exigir una gestión eficaz de los recursos que mas nos beneficie.
Convendrán conmigo en que si entre un presupuesto y el administrado colocamos mas administradores, el dinero disponible que resulte después de pagar los gastos de esa gestión, seria menor.
Se trata de gastar menos, de ser mas eficiente y de mejorar la calidad de vida de los vecinos y turistas. Esta debiera ser la primera obligación de los alcaldes, que deben negociar una solución buena todos y la mejor para los que viven aquí, en esta zona que ya de natural es muy compleja y simplificarla en lo posible.
Confío en que políticos valientes entiendan que les corresponde a ellos sacar el máximo rendimiento del extenso patrimonio publico de esta zona y procedan de manera eficaz y responsable, e intenten al menos, sacarnos de esta pacifica laguna en la que estamos metidos, entre la entropia y la decadencia.
Diego de Haro
Vicepresidente de la Asociación de Empresarios de la Manga y Cabo de Palos
