Nació como el instrumento de colaboración entre los Ayuntamientos de Cartagena y de San Javier, y con el objetivo de favorecer la participación y de aunar esfuerzos para el desarrollo de esta maravillosa zona turística.
Demasiados años de gestión gris, haciéndose así acreedor de una mala imagen que se fue ganando a pulso entre los que aquí vivimos. No era el sitio donde buscar soluciones, solo algún disgusto… Y también la desgana por parte de una herramienta en la que se confió el futuro de nuestra querida Manga del Mar Menor.
Pero, como en todo, el tiempo pasa y pasan también las personas. La mediocre gestión que ha llevado se acaba y pronto tendremos a otra gente, con otro ánimo y otras formas para tratar los problemas de nuestra estrecha franja de tierra.
En un principio eran tres, nuestros dos ayuntamientos y la Comunidad Autónoma los que formaban políticamente la institución. Más adelante solo quedaron dos y creo que eso no fue una buena idea. La Comunidad de Murcia no puede estar ausente de la problemática de La Manga teniendo aquí el 50% de las plazas turísticas de la Región.
Convendrán conmigo en que hasta que no dispongamos de una solución diferente y mejor para los problemas territoriales de la zona, debiéramos confiar, respetar y apoyar a nuestro Consorcio y dotarlo de presupuesto para inversiones y capacidad administrativa para su gasto.
Solo así tendríamos una institución operativa y útil, para que no resulte un problema recibir ayudas europeas o de otro tipo, por depender de dos ayuntamientos cuando estas se suelen destinar solo a uno. Para poder tener una gestión con la cercanía necesaria a una actividad como la turística, tan llena de sutilezas y tan necesitada de inmediatez en las decisiones que le afecten.
Mi padre me enseñó que todos los males y desgracias tienen tienen una parte buena, aunque he de decir que en este caso, me ha costado mucho encontrar alguna que pudiese considerarse así. Pero he de alegrarme, confirmando así las palabras de mi padre, que eran en realidad una lectura optimista sobre la dura realidad a la que a veces nos arrastra la vida. Este virus nos ha traído una nueva forma de solucionar los problemas sanitarios que estamos sufriendo todos, confiando esta vez, en el Consorcio de la Manga, unificando así la solución para una zona ya cansada de injustas divisiones.
La Orden de la Consejería de Salud de 20 de noviembre nos ha devuelto la dignidad como pueblo. Confiemos en que, en adelante esta forma de actuar se contagie como el virus a otras cuestiones en las que también perdemos eficacia, rapidez y dinero, aplicando el sentido común, que siempre debemos tener como referencia, para toda gestión publica.
Formamos una sola zona turística pero tenemos dos maneras diferentes de enfrentar los problemas. Constituimos una sola comunidad de residentes con las mismas características e intereses sociales y económicos, separados por una linea imaginaria, nuestro Consorcio puede ser ese pegamento que tanto necesitamos.
Diego de Haro
Vicepresidente de la Asociación de Empresarios y Comerciantes de La Manga y Cabo de Palos