Actualmente oímos hablar mucho de la alimentación para celíacos, de los productos sin gluten y de los supuestos beneficios de una dieta sin gluten en aquellas personas que no sufren enfermedad celíaca. Para conocer mejor el tema, empezaré explicando qué es exactamente la enfermedad celíaca.
La enfermedad celíaca es una situación de daño que padece la mucosa intestinal y que se produce por el consumo de una proteína presente en la fracción proteica de los cereales, denominada gluten. El gluten produce una enteropatía (atrofia de las vellosidades intestinales) que ocasiona una inadecuada digestión y absorción de los nutrientes en personas genéticamente predispuestas. Aunque creamos que esta enfermedad es más prevalente en niños, generalmente se presenta en adultos que no han sufrido síntomas en su niñez.
Para la aparición de la enfermedad celíaca en cualquiera de sus formas, que explicaremos más adelante, se deben dar tres factores:
- Ambientales: sensibilidad al gluten presente en trigo, cebada, centeno y triticale (cereal híbrido entre trigo y centeno).
- Genéticos: aquellas personas con antecedentes familiares de la enfermedad tiene más probabilidad de ser celíacos, por lo que merecen especial atención.
- Inmunológicos: aún no se sabe con certeza el mecanismo de acción a nivel inmunológico del gluten en el organismo, pero en aquellas personas que sufren la enfermedad se produce una respuesta inmune exagerada mediada por los linfocitos–T que destruyen la mucosa intestinal y producen por tanto malabsorción de nutrientes, además de la presencia de anticuerpos a nivel sanguíneo.
Respecto a las formas de presentación de la enfermedad, en la gran mayoría de los casos las personas celíacas no son conscientes de que sufren este problema. Existe una forma clásica de enfermedad celíaca, que aparece normalmente en lactantes a los que se les ha introducido los cereales y como consecuencia sufren de diarrea, vómitos, anorexia, retraso ponderal, etc. Otra forma atípica, más común en adultos en la que se no existen problemas a nivel digestivo pero la mucosa intestinal si está afectada, por lo que puede producirse a largo plazo anemia ferropénica, hipocrecimiento, osteoporosis, dolores abdominales, etc. Y por último una forma asintomática en la que los pacientes no presentan clínica de ningún tipo además de tener una biopsia intestinal correcta pero las pruebas inmunológicas son positivas.
¿Cuál sería el tratamiento correcto para esta enfermedad? Son necesarios la adherencia y el seguimiento de una dieta libre de gluten para evitar el riesgo de complicaciones a largo plazo. Cuando la dieta celíaca se comienza a seguir en la niñez, no suele haber problema en su seguimiento y control. Los problemas surgen cuando los pacientes son diagnosticados en la edad adulta o cuando esos pacientes diagnosticados en la niñez llegan a la adolescencia y realizan algunas transgresiones en su alimentación. Es importante el seguimiento clínico para asegurar la adherencia a la dieta así como el conocimiento por parte de los familiares de los alimentos libres de gluten para facilitar el seguimiento y dar el apoyo necesario al paciente. En la actualidad el REGLAMENTO DELEGADO (UE) nº 1155/2013 DE LA COMISIÓN de 21 de agosto de 2013 recoge la obligatoriedad de informar en el etiquetado sobre “la ausencia o presencia reducida de gluten en los alimentos”, con lo que se pretende que las personas con enfermedad celíaca y sus familiares tengan mayor facilidad a la hora de realizar su compra y no consuman ningún producto que pueda empeorar su calidad de vida. Además de los cereales citados anteriormente existen en el mercado una gran cantidad de productos en cuya composición está presente el gluten o puede estarlo, por lo que se vuelve de vital importancia contar con un reglamento que regule este tema. Adjunto un PDF con una lista lo más detallada posible sobre alimentos que contienen o pueden contener gluten y aquellos que no lo contienen, además del Reglamento citado anteriormente.
Respecto a la cuestión lanzada al principio y con lo dicho anteriormente, aquellas personas que no sufren enfermedad celíaca no tienen por qué eliminar esta proteína de su dieta ya que esta no repercute de manera negativa en su estado de salud. Por otro lado, tampoco existen datos que avalen la conveniencia de retirar el gluten de la dieta de forma preventiva en personas genéticamente predispuestas o en aquellas que no presentan alteración de la mucosa intestinal, aunque en estos últimos casos si es necesario un seguimiento médico para asegurarnos de que la posible enfermedad latente no vaya a más.
Documentos para descargar (en formato PDF):
- Alimentos que contienen gluten o pueden contenerlo.
- Alimentos libres de gluten.
- REGLAMENTO DELEGADO (UE) nº 1155/2013.
BIBLIOGRAFÍA:
http://aesan.msssi.gob.es/AESAN/web/cadena_alimentaria/detalle/informacion_gluten.shtml
-Mataix J, Maldonado L. Síndromes de maldigestión y malabsorción IV. Enfermedad celíaca y esprue tropical. En: Mataix J, ed. Nutrición y alimentación humana. Madrid: Ergon; 2009.1316-1323
Foto: Aka CC BY-SA 2.5