Faustino Palacios Rey “Tino” – Manguer@s

Comenzó a rondar en mi cabeza la idea de rescatar las historias de las personas que nos iban dejando en La Manga y Cabo de Palos, aprovechando un espacio, éste de la Voz, para que todos supieran de la existencia de aquellas personas que han dejado su huella en la, aun, breve historia que conforma este rincón del Mediterráneo, me cuesta hablar de pueblos, quizá por aquello de no tener el sentimiento de unión de cualquier municipio con su propio ayuntamiento.

Perdonen el atrevimiento, yo me dedico más a “inmortalizar” emociones con una cámara, y esto es un pequeño ejercicio que haré por agradecimiento a muchas personas que amaron este lugar con la misma pasión que yo lo hago.

Este comienzo lo voy hacer con Faustino Palacios Rey , “Tino” para todo el mundo que lo conocía.

Tino fue el propietario de San Remo y que nos dejo el 11 de septiembre del 2014.

Comenzar por Tino tiene para mi un sentido, lo conocía desde siempre y el conocía a ese “pelirrojo” que siempre iba rodeado de amigos cuando nos veía pasar frente a su otro Restaurante en Cartagena cuando la movida del centro era un canto de sirena para todos los jóvenes de la zona allá por los 90´. Pero nunca habíamos hablado, recuerdo la parte de atrás de San Remo, donde siempre estaba abierta la puerta que daba a la cocina, esa que estaba todo el año abierta y en la que trabajaban amigos y especialmente la pareja de la hermana de mi gran amigo Olivier. Pero fue con el comienzo de las rutas de la tapa a través de la plataforma vivirenlamanga cuando, ya con familia yo, fuimos a cenar y tuve con él, ya conocedor, él, de su enfermedad, algo que yo ignoraba, una conversación, para mi apasionante, en la que me habló de esa parte de su vida que contaba a muy pocas personas, por lo que me dice ahora su mujer Olga Cañadas, atenta como nadie una tarde de febrero en su casa hablando de Tino.

Y esta conversación es la que se me queda de alguna forma muy presente cuando justo después del verano del 2014 me dice Olga que “Faus” como ella lo llama, ha fallecido. Yo al no saber nada de su enfermedad, un cáncer sin remedio, me quedo impresionado por la noticia y en ese momento aparece esta sección, al menos interiormente.

La familia de Tino son de Palencia, pero emigraron a Inglaterra donde comenzaron con el primer “Tinos” un Restaurante de corte Español.

Esto sería para Tino crucial para su futuro. Fue a finales de los 60´cuando decidieron volver a España, Marbella y Benidorm, pero fue en Benidorm donde alguien habló al padre de Tino de La Manga.

Y vinieron y se quedaron.

El primer Restaurante San Remo, sabéis dónde estaba? Donde a día de hoy esta el Estanco frente al Hotel Entremares.

Y fue en el año 73 cuando abre sus puertas el San Remo que todos conocemos a día de hoy, en la subida al Hotel Galua.

Pocos sabíamos que el Restaurante miraba al mar, como hoy lo sigue haciendo Borsalino, los dos Restaurantes con más historia de la zona sin duda, pero una casas de “protección oficial” en los años 80´quitaron esa vista tan mágica a San Remo. Si, unos apartamentos de protección oficial a primera línea del Mediterráneo, Camino Proa, algo que aun me sorprende porque familias con riesgo de exclusión que veranean en primera línea no da mucho la sensación que haya allí.

Tino era un tipo que dominaba varios idiomas, entre los que destacaban el Flamenco, árabe y el swahili.

Su paso por Inglaterra y su interés por los idiomas hace que San Remo comience a tener muchos clientes, de esos que tenia tanto La Manga, Franceses, Belgas, Ingleses..

Pero lo que más me comienza a fascinar de la historia de Tino son sus escapadas del invierno Manguero. Africa, Egipto la India, eran países que cada año veían a Tino pasear con su mochila durante 1 mes o 2 al año con su mochila y haciendo con su Land Rover el Camel Trophy, donde quedó finalista. Haciendo varias veces la ruta Transahariana, una de las más antiguas rutas en África, 4.500 km donde pavimentado solo encontramos el 85%

En sus rutas era muy dado siempre a visitar conventos religiosos donde ayudaba en lo que podía. Me cuentan Olga y Faus, su hijo, que siempre llevaba botellas de Johnnie Walker etiqueta negra para los pasos fronterizos y esas cosas que en aquellos años era necesario para que la policía te dejara tranquilo. Me cuenta Olga, y me lo enseña además, que tuvieron que falsificar un Visado en una ruta para poder pasar de un país a otro.

Entre las imágenes que podéis ver hay una de la que me habló Tino, y que fue además la que me impacto, la foto esta hecha encima de la pirámide de Keops, el primer Español que la escalaba, de manera ilegal claro, porque esta prohibido.

“Mi padre siempre se iba a lugares No turísticos, en cuanto se convertía en zona turística, ya no iba y buscaba otro lugar” me cuenta Faus, su hijo.

Sus noches en el desierto, o en Nepal bajo el manto de las estrellas fueron parte de su vida. Yo tengo la sensación que tantas vivencias le hicieron crecer mucho interiormente y de esta forma poder encajar lo que la vida le iba a deparar.

Así fueron todos los años hasta que llegó la crisis y sus viajes ya fueron cada 2 años. Hasta que llegó el turno de su gran viaje..“Nos sentó a todos y nos dijo, no os preocupéis, vamos a vivir esto de la forma más tranquila posible, yo estoy tranquilo, me voy tranquilo” me cuenta Olga de ese momento que hizo que todos lo llevaran mejor, porque lo veían muy tranquilo. A mi pregunta a Faus de cómo fueron esos últimos meses con su padre, me cuenta que él lo que hizo durante esas semanas previas fue pasear durante 2 horas todas las tardes por La Manga, a veces la zona norte, a veces la zona sur, solo, venía más tranquilo, llegaba a casa con una sonrisa.

Imagino que sería su manera de despedirse del lugar en el que vivió tantos años. Un libra minucioso, ordenado, muy exigente consigo mismo, maratoniano, si..hizo varios Maratones en Inglaterra, un tipo afable, que se fue discretamente, de la misma manera que vivió.

Sus amigos y clientes hablan de él como un tipo que vivía para su negocio del que vivieron durante muchos años varias familias.

Gracias Olga, gracias Faus, por vuestro cariño y vuestro trato.

Hasta siempre viajero.

Nuestro próximo “Manguer@” tiene algo en común con Tino, pongo rumbo a Borsalino.