La cobertura móvil, una utopía

La Manga del Mar Menor, 6 SEP 2014. El hecho de salir de vacaciones implica, a veces, desconectar por completo de la sociedad. Sin embargo, en los días que corren, quedarse sin cobertura o sin internet supone para la gran mayoría de personas un estado de ansiedad continuo. Las conexiones en zonas donde hay mucha población han de ser muy buenas para que no den problemas. La Manga, que aumenta su población de manera desmesurada en verano, sufre un colapso insostenible en las líneas telefónicas durante este periodo.

El tema de este reportaje puede dar lugar a un debate de opiniones muy dispares, muchos pensarán que el uso de dispositivos móviles está llegando a un nivel obsesivo para muchas personas, sobre todo para muchos jóvenes, y que por tanto es mejor que ni haya buena conexión a internet. De lo que no hay duda es que al menos la línea de la cobertura ha de estar enterita, sino, aun siendo mayores, empiezan los “madresmías”. En cualquier caso, sea sano o no, sea por necesidad o no, el uso de los teléfonos móviles supone un reto para las personas que veranean en La Manga, mucho más para las que viven aquí durante todo el año. Aunque irremediablemente, todo dependerá de la zona en la que se verane o se viva.

En función de las antenas móviles, o de los repetidores que haya en la zona, la cobertura y el funcionamiento de los datos irán mejor. En La Manga, una de las zonas con mejor calidad en el servicio, es la del Cavanna, en el kilómetro 3. Allí hay un repetidor de la compañía Movistar y el funcionamiento es el adecuado, “Yo vivo aquí todo el año y soy de Vodafone, que funciona con el repetidor de Movistar, y la verdad es que no tengo ningún problema con la cobertura, quizás hay un poco de masificación en verano, pero vamos nada destacable” explica el farmacéutico de la zona del Cavanna, Gabriel Piñero.

Sin embargo, la tónica habitual es la de que la cobertura en La Manga es pésima. Un ejemplo de ello es la situación en la que se encuentran en Cala Flores. Los vecinos empezaron a notar, en octubre del año pasado, que la calidad del servicio de Movistar estaba disminuyendo. De repente, la cobertura les desapareció y comenzó una lucha continua con la compañía para recuperar el servicio perdido, o al menos conseguir una explicación sobre lo que estaba ocurriendo. Tras muchas reclamaciones les confirmaron que se había desinstalado una antena en la zona, pero que el problema se solucionaría por el mes de diciembre. Según una vecina de Cala Flores, Rosa María García, “estamos más o menos igual durante el verano y el resto del año, lo malo es que yo, en mi casa, solo puedo hablar por teléfono si estoy en la terraza”. El servicio, como era de esperar, no mejoró en diciembre, por problemas con los permisos de la antena, y los vecinos se pasean por las distintas compañías buscando lo más parecido a un servicio de calidad.

Otro vecino de La Manga, Javier Hurtado, confirma que la calidad del servicio depende de la zona en la que te encuentres, “tener buen servicio al final de La Manga es imposible. Aquí, en la zona del Cavanna sí que hay, pero vete a la zona del Pedruchillo o a la del Paquebote, allí no hay nada” explica. Gema Alegre, una madrileña que veranea en La Manga, asegura tener buena conexión de datos en casi toda la zona a excepción de una de sus casas, en el Pedrucho, donde la calidad disminuye. Una de las consecuencias de esta inestabilidad se observa en los establecimientos que ofrecen Wifi a sus clientes. Muchas veces se ven obligados a cambiar las contraseñas, para evitar así una sobrecarga de personas conectadas, de las cuales la mayoría ni siquiera están consumiendo.

Con respecto a las compañías telefónicas, Vodafone dispone de cobertura 4G tanto en Cartagena como en San Javier, entre otros lugares en la Región de Murcia. Además asegura haber reforzado el servicio en zonas costeras y en zonas especialmente turísticas en general. El resto de grandes compañías no se han manifestado al respecto, como por ejemplo Yoigo desde la cual no han podido facilitar ningún dato.

En definitiva, mientras unos hacen balconing por puro amor al riesgo, los vecinos de La Manga se ven obligados a convertirse, muchas veces, en puros equilibristas cada vez que quieren hacer una llamada, como Javier Hurtado que asegura tener que ponerse en el poyete de su casa para poder tener cobertura.