Escribiendo esto no pretendo curar mi dolor. Un dolor provocado por la decisión de alguien al que le molestan los animales o por la mala gestión de alguna institución que fumiga sin control. Hoy es mi dolor pero podría ser el de otra persona por su animal de compañía o lo que es peor, por su hijo. Con esto solo pretendo intenta llegar a hacer recapacitar a esas personas a las que no le gustan los animales y que no respetan que a los demás nos gusten y que se dedican a poner pienso con veneno en los contenedores o jardines, salchichas con clavos o cientos de inventos mas. Alguien decide, de motu proprio, que un ser vivo, que solo transmite alegría, amor incondicional a todas las personas que se cruzan en su camino, compañía inagotable y millones de cosas mas, quitarle la vida. Y yo me pregunto: ¿Porqué tiene que decidir quitarle la vida a un ser vivo que no hace daño a nadie? ¿Porqué tiene que decidir el dolor y el sufrimiento de sus dueños?¿Acaso sabe lo que significa ese pequeño ser inofensivo para sus dueños?
Hoy hace un mes que perdí a mi pierna derecha por tú decisión, una decisión que tomaste porque probablemente te molesten los perros o te moleste vayan a la playa. Pusiste veneno en la playa donde peábamos a diario. Fuiste a hacerlo a conciencia, ese veneno iba con el nombre de Alba y desgraciadamente, ella con su olfato de perro de caza, localizó el cebo que tú pusiste allí. Repito otra vez mas, a conciencia, pero no a conciencia porque la tengas porque ni la has conocido ni la vas a conocer.
Me das mucha pena y siento mucha rabia, no imaginas toda la que tengo dentro acumulada, pero no, no voy a ser violento porque desgraciadamente no existen pruebas para acusar a nadie por mucha certeza que tenga. Vas a tener mucha suerte, o no, mejor dicho, va a diluviar sobre tu tejado y ¿sabes porque? Por que el karma no deja nada olvidado, el karma siempre cobra y por duplicado. Recordarás estas palabras y las fotos de Alba en la playa disfrutando sin hacer daño a nadie.
Mi dolor no se va a mitigar porque escriba esto, Alba siempre va a estar conmigo, representa mucho en mi vida, demasiado creo yo. No creo que sea necesario volver a escribir lo que siento y sentí por mi perra. Digo perra porque para muchos simplemente es una perra y yo tengo complejo de perro, pero yo la tengo en el salón en un cajita muy bonita de madera con una chapa con su nombre grabado. Lo mismo parece absurdo u hortera, pero esa cajita, cuando la recogí y la traje a casa, sentí que ella volvió a su casa con su dueño. Esa cajita llena de cenizas cada vez que es abierta transmite paz, amor incondicional y felicidad. Sonrío y la veo en mi recuerdo disfrutando, cosa que tú en la vida vas a tener porque eres un pobre infeliz.
No quiero quemar más mi dolor porque por suerte ya está desapareciendo y convirtiéndose en orgullo de poder haber disfrutado de 4 años de una compañía especial. Aun la echo mucho de menos, pero mucho, mucho y aun tengo momentos en los que pienso en lo sucedido y no doy crédito. Es algo que no logro entender, ni yo ni nadie que la conocía porque aunque parezca mentira, hizo mella en muchas personas, mas de las que podrías imaginar. No se el porque ni el como, solo se que tenía algo especial, algo inolvidable que aun mientras escribo sobre ello me hace llorar. Sus últimos gestos hacia mi, mi última conversación para ella en la clínica, van a estar guardados en mi cabeza para toda la vida porque yo la entendí y ella me entendió. Se que ella quedó en paz.
La única pretensión es lograr que, aunque sea solo una persona, alguien deje de sentir esa rabia hacia los animales. Paliar esa prepotencia, al creerse un ser superior por ser un animal «racional». Mitigar esa necesidad de matar cuando estorba en lugar de ser tolerante y admitir que pueden existir animales no racionales en este mundo. Evitar ser un intransigente y pensar que el mundo es tuyo. Con eso me conformo, con que solo una persona se vuelva racional. Me conformo con que nuestro ayuntamiento cuando decida fumigar jardines o solares lo indique con carteles porque al igual que un animal puede ser un niño el que juega allí. Esa pequeña decisión puede evitar el dolor de muchas personas.
La moda de poner veneno a los gatos es muy común; el problema es que quien lo hace no es consciente de que, si no fuera por estos bichos adorables, tendría en la calle en lugar de gatos, unas cuantas ratas y ratones, vagando a sus anchas en los solares dejados de la mano de dios y llenos de basura. Hace un año estuve de viaje por Barcelona, cuando visité Sitges, descubrí una cosa muy sorprendente: en los parques, jardines y zonas verdes había zonas creadas para los gatos con bebederos y comederos. ¿Porque un ayuntamiento llega a hacer eso? Pues por que son personas de mente despierta y coherente que se encargan de castrar y alimentar a los gatos para evitar plagas de ratas, ratones o cucarachas de su ciudad.
Los niños nacen inocentes y llenos de magia, al igual que los animales no humanos. Inculquemos valores de respeto y empatía hacia todos los animales y acabaremos con toda forma de violencia en el planeta. Los niños cuando crecen, por desgracia, pierden esa magia e inocencia, pero un perro lo mantiene durante toda su vida. Hay esperanza: que la sociedad vaya madurando y las generaciones cada día sean mas cultas y se involucren mas con el amor, el respeto y la conciencia hacia sus semejantes y sus diferentes, hacia la naturaleza y hacia si mismos.
Autor: Carlos Martínez