En La Manga hay lugares con encanto y lugares con buen producto. Hay chiringuitos con paisajes alucinantes y chiringuitos con buena música. Pero también están los que incluso reúnen todas esas características en un solo, y quizá Lebeche, cerca de la Isla del Ciervo, sería el mejor ejemplo de todos ellos. No muchos pueden decir que desde su apertura, hace ya cuatro años, no sólo no han notado la crisis sino que las ventas han ido aumentando año tras año.
La Manga del Mar Menor, 20 AGO 2014. En Lebeche están abiertos desde Semana Santa hasta finales de octubre, todos los días de la semana de 10 de la mañana hasta las 3 de la madrugada, un horario de categoría que puede cumplir por no estar demasiado cerca de vecinos que puedan ser molestados. Con clientes de todas las edades, lo mismo se disfruta de un día de playa en familia, consumiendo helados, patatas fritas y granizados, que se disfruta de un mojito amenizado con un concierto en directo cualquier noche de agosto.
Si sólo se pudiese destacar una buena característica de este chiringuito, costaría decidirse entre la deliciosa oferta gastronómica, dónde triunfan las paellas y las sardinas, entre muchas otras cosas que se preparan allí mismo en la cocina del chiringuito, y los eventos deportivos que se preparan todos los años. “Este año hemos tenido balonmano y ha venido a jugar un equipo profesional, además de la gente que se quiera apuntar” explica la encargada del Lebeche, Jena Silva, una brasileña enamorada de España, y en particular de La Manga, donde vive prácticamente todo el año. Pero quizá, más llamativo aún que todo eso, es que si eres cliente puedes usar gratis las tablas de surf y las piraguas del Lebeche. Con tanta posibilidad de entretenimiento es prácticamente imposible aburrirse en este chiringuito, aunque si lo que se busca es paz y tranquilidad también se puede alquilar una hamaca mientras disfrutas de un delicioso Capiroska de fresa natural, de esos que Jena Silva prepara con su gracia brasileña.
“A partir de la segunda quincena de julio hasta la segunda de agosto es la mejor época para nosotros en La Manga, aunque septiembre también se trabaja muy bien por los extranjeros y la gente mayor” añade Jena. Ella también admite que, aunque se mantienen en la cresta de la ola desde que abrieron, cada año van mejorando y cambiando cosas en función de las recomendaciones de los clientes, incluso la carta puede modificarse en algún plato cada año. Debido a su buena relación calidad/precio, hay que reservar mesa durante agosto para comer o cenar, “A parte de las mesas del chiringuito, tenemos otras adaptadas al agua, para que la gente pueda usarlas dentro del mar. Luego también hacemos despedidas, cumpleaños y bodas de hasta ochenta personas, la decoración se queda preciosa y la gente encantada”, cuenta Jena. Como es lógico, todo este volumen de clientela no se puede controlar con una única persona, por ello, en Lebeche trabajan a diario siete personas, excepto en fin de semana que se añaden dos extras, lo normal es que haya cuatro camareras, dos cocineras y un guardia de seguridad que vigila el material que se presta y el chiringuito en general durante toda la noche.